- Los costos de una vivienda en remate pueden estar entre 20% y 60% debajo del precio real.
- Este tipo de compra ofrece seguridad al llevar a cabo todo el proceso ante un notario público y con el respaldo de la institución financiera que oferta la propiedad.
Al buscar adquirir una casa, algunas preocupaciones constantes para las personas son los precios elevados, que han ido al alza en México desde la pandemia en 8.44%, y 4.72%, tan solo durante el 2023, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Además de ello, los fraudes también son motivo de alerta, ya que, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, el año pasado se registraron 230 reportes, 92% más respecto a las cifras del 2022.
En este contexto, aparecen los remates hipotecarios o bancarios como una alternativa para realizar una compra segura y accesible. Esta modalidad ocurre cuando el propietario inicial no puede continuar pagando la hipoteca con la que adquirió el inmueble, por lo que la institución financiera que concedió el préstamo subasta el inmueble para recuperar su inversión. Existen dos modalidades, una en la que puedes los derechos litigiosos, es decir que al final de la demanda serás el propietario, o una vez que el banco recupere el inmueble, participar en la subasta, siendo esta la más recomendable.
Desde 2020, este tipo de ventas ha sido una tendencia en aumento, tanto que se dispararon en un 200% según diversas inmobiliarias. Pero más allá de la accesibilidad en costos, tienen otras ventajas significativas sobre una adquisición convencional; por ello, a continuación, te presentamos las más destacables.
- Siempre tienen descuentos considerables: La razón principal por la que los remates hipotecarios se han convertido en una excelente opción de compra, es por sus precios, ya que éstos pueden encontrarse entre un 20% y 60% por debajo del valor real de la propiedad. Esto no solo asegura un negocio sumamente rentable y un buen retorno de la inversión a futuro, sino que aumenta las posibilidades de adquirir una vivienda.
- Tienen mayor crecimiento de la plusvalía: Para que una propiedad aumente su valor usualmente tienen que pasar algunos años primero; sin embargo, al adquirir un inmueble mediante remates se obtiene una plusvalía inmediata por la relación de la suma pagada con el costo original. Si a esto añadimos la opción de vender nuevamente con un precio más elevado o rentar durante algún tiempo, podemos hablar de ingresos seguros y constantes.
- Evitas pagar intereses: Para muchos, puede ser una desventaja el hecho de que no se puede adquirir un remate mediante créditos hipotecarios; únicamente aceptan pagos por medios propios. Sin embargo, es más bien un punto a favor, ya que al no estar sujeto a una hipoteca tampoco generas intereses y el costo de la propiedad se mantiene intacto, además no tienes que preocuparte por pagar un anticipo como ocurriría con un crédito, el cual sería de aproximadamente el 20% del total.
- El proceso de compra puede ser más rápido: Este tipo de compra tiene muchos mitos negativos en torno, uno de ellos es que se trata de un proceso muy lento, pero más bien es todo lo contrario. Dependiendo del tipo de compra que hayas hecho, de derechos litigiosos o casa liberada, el tiempo puede ser de 2 años para el primero y, entre 3 a 6 meses para el segundo. Éste es el periodo que te llevará ser el dueño del inmueble, el cual comparado con los plazos de hasta 30 años de una hipoteca, es realmente poco.
Es importante mencionar que, al igual que con una compra convencional, se necesita asesoramiento para estar seguros de que se trata de una oferta confiable y evitar ser víctima de fraudes, para estar prevenido toma en cuenta las siguientes recomendaciones.
- Busca vendedores certificados: Este tipo de ofertas son realizadas por instituciones bancarias o, en ocasiones, por inmobiliarias reconocidas, y siempre cuentan con la presencia de una autoridad. Si otro tipo de firma te ofrece un remate, seguramente no es confiable.
- No entregues pagos a cualquier persona: Todos los pagos se realizan a través de documentos nominativos y siempre avalados por un notario. Antes de firmar algo, asegúrate que en tu contrato no se incluyan pagos a terceros no certificados.
- No te dejes sorprender por el precio: Si bien este tipo de inmuebles son muy baratos, nunca estarán por debajo del 50% de valor original de la propiedad, ya que no sería rentable para los bancos. Aléjate de ofertas que prometen precios casi regalados.
- Desengáñate, los remates no aceptan créditos: Ningún banco o inmobiliaria que te ofrezca este tipo de compra te aceptará un crédito a manera de pago, puesto que necesitan recuperar su inversión lo antes posible.
- Pregunta por la cesión de derechos: Cuando se trata de una oferta fraudulenta, la mayoría de veces no hablan de la cesión de propiedad o te dicen que esta se firmará una vez que hayas pagado. Esto es un signo de alerta, ya que por ley debe firmarse desde el inicio del proceso de compra.
- No entregues adelantos: Por último, si se trata de un estafador seguramente te pedirá un pago inicial, algo así como un enganche. Sin embargo, debes saber que los remates hipotecarios oficiales no piden ninguno de esos requisitos, ya que la liquidación de la propiedad debe hacerse al contado.
Ten en cuenta que, si decides comprar mediante esta modalidad, habrá gastos adicionales, como el pago de servicios atrasados y la escrituración; sin embargo, esto también ocurre en un procedimiento normal. Considera que puede ser una gran oportunidad para hacerte de tu propia casa, pero siempre acercándote a instituciones capacitadas que te brinden apoyo y confianza.
Fuentes de consulta:
https://www.luumorealestate.com/que-es-un-remate-hipotecario
https://gutzabienesraices.mx/articulo.php?id=16